En estos últimos días hubo un tema controversial dando vueltas en los medios de comunicación en torno a la producción porcina.
La verdad que después de leer artículos en contra y a favor del tema, escuchar entrevistas sobre puntos de vista opuestos, pero iguales, debo confesar que me empecé a sentir agobiada por la temática, por la avalancha de información – desinformación que encontré en circulación. Y realmente me costó entender de manera íntegra el tema.
Entonces me pregunté porque pasaba esto, porque sentía que cada artículo que leía y cada entrevista que escuchaba consideraba que era superficial y que no me terminada de explicar el tema en su complejidad toda.
Recordé una de las líneas de pensamiento que sigo e intento aplicar en todos los aspectos que me desarrollo y es, el pensamiento sistémico o enfoque sistémico de los análisis.
“El enfoque sistémico identifica las partes del objeto de estudio, comprendiendo su funcionalidad global, con percepción holística e integradora. Prioriza las relaciones interactivas y es por sobre todo, pluridisciplinario, a diferencia del analítico que es de carácter yuxtodisciplinario.”(MONTICO, Conceptos para la gestión de sistemas, Cátedra de Manejo de Tierras, FCA – UNR – p.1.)
Ahora bien, como analizo algo tan puntual desde esta perspectiva tan compleja. Bueno, primero yo empezaría por identificar las partes. En este caso, los contratos chinos de industrialización porcina, yo analizaría por focos de impacto. Por ejemplo, impacto social, económico, cultural, y ambiental, en torno a un territorio determinado.
Para completar el análisis lo podemos contextualizar desde una mirada micro, que puede ser local o regional; hasta una mirada macro llegando al contexto global.
No sé si podré profundizar yo sola cada uno de los aspectos porque no podemos saber todo, pero ese es el punto, en donde las personas que están inmersas en cada área puedan intercambiar sus conocimiento sobre un tema que les afecta de forma directa y transversal a todas, y a partir de las diferencias construir el análisis más sustentable en la práctica.
El punto es poder empezar a abandonar esa mirada lineal de las problemáticas en los debates.
Porque si nos ponemos a pensar nos contradecimos directamente, ya que sostenemos que estamos en un mundo globalizando donde la relaciones y la construcción de redes se da cada vez con mayor intensidad. Pero, continuamos limitándonos al pensamiento lineal y sesgado de lo conocido, evitando el intercambio con lo desconocido.
Leí una nota recientemente publicada en la revista Agrofy News por Sofía Espejo, a Damián Fernández Pedemonte, analista de comunicaciones. El autor hace énfasis en que el sector agropecuario es muy cerrado en cuanto a la circulación de la información y reacio al intercambio con los distintos sectores de la sociedad, lo que genera una brecha cada vez más amplia entre el agro y el conocimiento que tiene la urbe sobre el mismo.
Si bien no soy a fin en toda su línea de pensamiento, concuerdo en algunos puntos como el antes mencionado aunque; considero que este fenómeno ocurre en la mayoría de los sectores productivos y no productivos.
Para dar una idea más explícita de mi referencia en lo escrito, voy a ejemplificar.
Acordamos como objeto de estudio los contratos industriales de inversión extranjera en producción de cerdos.
Entonces, ambientalmente, ¿qué podemos cuestionar? ¿Solamente la formación de los efluentes, y el efecto en el calentamiento global? ¿No creen que el agua y el suelo son también un tema cuestionable? ¿Podemos quizás pensar en si tenemos infraestructura del estado para brindar las condiciones adecuadas y poder controlar el cuidado del medio ambiente con una distribución de granjas de pequeña escala? ¿Y medir cual tendrá un mayor impacto?
En torno a lo social podemos hablar del empleo, podemos aludir en los productores, la distribución y estratificación de la producción y, más aún de soberanía productiva, podemos hablar del impacto en la educación, en los profesionales y el desafío en la incorporación de las nuevas tecnologías.
Y si continuamos en lo cultural, el impacto en el consumo, referirnos a las modificaciones de las costumbre de los empleado y empleadores, del cambio cultural que implica en los profesionales, que va a incidir en la educación y profesionalización de la mano de obra.
Para finalmente meternos en el plano económico; que es sin dudas es el más desarrollado y evaluado.
Y para abrir el análisis los efectos indirectos que tienen todos estos en otras producciones, como por ejemplo que al instalar este tipos de industrias que va a demandar un gran número de mano de obra y, si se localiza en la cercanía de un pueblo del interior sin duda la mano de obra es limitada y esto generaría un impacto en la disponibilidad de la misma para otros sectores productivos locales.
Esto, ¿puede influir en competencias de salarios y, provoca un impacto en el consumo local? Pudiendo o no inferir en una mejora de oportunidades para los ciudadanos de la urbe.
Otro aspecto que afecta directamente, es a la producción de granos, como leí en algunos artículos, como el desarrollado por Esteban Motta en “Bichos de Campo”, hablando de valor agregado, y el impacto en la disminución del transporte de los mismos y su utilización a favor del ambiente, como así también la producción de biogás. ¿Existe la posibilidad de analizar qué situación tendría mayor o menor impacto?
A su vez todas estas acciones y reacciones se reflejan de diferentes formas en el contexto en el que son focalizados, como el regional, a nivel de las provincias. O, cuando hablamos del país se sabes que la situación económica urge hoy en día, pero si avanzamos en al plano del contexto global podemos ver que la preocupación por la degradación de nuestro ambiente es realmente sustancial.
Como frutilla del postre debemos incorporar a las observaciones el rol de los diferentes actores y las decisiones que se toman en cada una de las partes del sistema. Hablamos desde el estado, los empresarios, hasta el rol que cumples las organizaciones no gubernamentales. Concientizándonos de que cada uno de esos espacios nos representa como actores de la sociedad y, sabiendo desde donde podemos aportar socialmente haciéndonos parte del debate.
Ciertamente, a todo este análisis tan complejo hay que ponerle valores para saber cuáles son los impactos despreciables y cuáles son los que deberíamos priorizar en las discusiones.
Entiendo que es una visión de elevada expectativa práctica, aunque yo creo mucho en una frase, aunque bastante desgastada, celebré, de Eduardo Galeano que dice: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
No creo tener la verdad en lo que escribo o digo, ya que esto es una recopilación de micro ejemplificaciones dentro de la complejidad que debemos abordar al debatir este y otros temas coyunturales y transversales de la actualidad.
Simplemente me gusta compartir con ustedes mis inquietudes, e invitarlos a cuestionarse si todo los que vemos, escuchamos y leemos no es un poco más profundo, más amplio y más complejo de lo que está en frente de nosotros. Y, si en verdad no existe la posibilidad de ser más conscientes a la hora de comunicar e informar sobre algo, al menos dejando en claro que hay mucho más para debatir.
Autora: Irmaesther R.